domingo, 28 de agosto de 2011

de eternidad


Cumpleaños feliz, mi niño. Aunque no estés.
Que en realidad sí estás, o puede que sea tu fantasma,
o los míos, pero sea como sea me rondas, sea como sea
tu ausencia física y tu recuerdo me acosan.
Tengo miedo de olvidar tu voz, tu risa, tus maneras.
Te quedaban millones de cosas por hacer,
nos quedaban millones de cosas por hacer juntos. Y en lugar de eso no hay nada.
Ni lo habrá.
Los meses pasan y yo sigo sin -querer- creérmelo del todo.
Siempre vas a estar conmigo, jamás saldrás de mi corazón.
Ni de mi cabeza.

"El pesar oculto, como un horno cerrado,
quema el corazón hasta reducirlo en cenizas."

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