lunes, 26 de julio de 2010

incertidumbre

Puedo esperar, y de hecho espero, no queda otra, pero esperar cansa, y cuando las cosas no salen como planeabas y la vida te da una patada (tras otra) en el culo jode, asquea, y también duele.
No quiero convertirme en una persona amargada, en un pez muerto que se lleve la corriente, no quiero vivir la vida que los demás dicen que hay que vivir si no es lo que yo busco,
que tengo claro que no lo es.
No soy ni más ni menos guay por esto, pero me siento diferente, en una minoría aplastante por mi forma de pensar y ver la vida,
no me adapto a lo que hay, al tipo de vida que nos quieren montar,
a la mierda que nos quieren hacer tragar, no me siento parte de la sociedad, es más, ni siquiera quiero ser parte de ella, no me gusta este tinglao, y entonces es cuando pienso ¿y ahora qué pasa?, ¿eso en qué me convierte?, ¿y qué opciones me deja?, porque veo pocas salidas viables, y me agobio, me ansio.
Y mientras vivo (o más bien mientras intento aprender a vivir)
ahí están los miedos, miedos a mil cosas, a la propia vida casi se podría decir, que me aturden y me bloquean, modifican mi conducta a traición, me hacen perder el control, me complican.
Y muchas veces sigo sintiéndome sola, perdida a la deriva y sola.
Cuando eres pequeñita todo son cuentos, fábulas e historias preciosas, nadie te dice que esta mierda a la que llaman vida es realmente la vida, te sueltan en el mundo con la cabeza llena de pájaros y ea, a volar, date contra un canto en los dientes y apáñatelas como puedas bonita.
Y yo que más que volar siento que me arrastro...
Había por ahí quien decía que lo más difícil en la vida es vivir,
y desde luego que razón tenía el jodío.

domingo, 25 de julio de 2010

de madrugadas

A veces siento tanto que no puedo expresarlo.
Todo gracias a él, que aunque no se lo diga es mis alitas,
si no lo tuviera conmigo posiblemente no remontaría el vuelo
tras las caídas, si no lo tuviera conmigo como ahora lo tengo
sé que mi vida perdería el color, yo sería mucho menos yo.
No sabía realmente hasta que punto podía llegar a hacerme sentir,
y en una noche y una mañana me lo ha hecho saber,
hablando, y sin hablar.

viernes, 23 de julio de 2010

diabetes de amor

Me dan ganas de decirle que es lo mejor del día, que volver a casa charlando agarraditos de madrugada y la despedida en el portal es parte muy importante del alimento de mi alma, de mi felicidad.
Sé que tengo un montón de suerte, lo pienso cada vez que le miro,
y pienso muchas más cosas, porque me despierta los sentidos.
Es una sensación extraña, por fin tengo lo que siempre he querido, y ahora sé que lo nuestro es pura magia, tiene que serlo.
Y no necesito nada más, me encantan mis lentejas, y no quiero más menú que ese, el resto me sobra.


"Cuando acaba el día, lo que todos deseamos es tener a alguien cerca. Guardar las distancias y fingir que no te preocupan los demás no es más que una sarta de mentiras.
Elegimos a las personas que queremos que estén cerca,
y cuando las hemos elegido nos quedamos junto a ellas.
Aunque les hagamos daño.
La gente que se queda contigo cuando el día llega a su fin
es la que merece la pena conservar.
Aunque a veces cerca, es demasiado cerca.
Sin embargo, a veces, la invasión de tu espacio personal
es lo que necesitas."

jueves, 22 de julio de 2010

sabores

La noche me sabe a cesped, a charlas, risas, porros y limón,
a dama de noche y jazmín, a sus besos y sus manos en mi cintura.
Me sabe a cielo raso, a luna, estrellas y rocío.
Hoy, la noche me ha sabido a vida.

miércoles, 21 de julio de 2010

de amor y LSD

Cuando estamos bien siento que lo miro y podría morirme de amor o algo, a pesar de los años me sigue dando vuelcos el estómago, sigue removiéndome por dentro.
En pocos días han sido muchas vivencias, sensaciones increíbles, muchas risas, colores a miles, y pude ver el hilo que nos unía, me he sentido tan bien que no recordaba si alguna vez me sentí así.
Nunca llegué a sentirme tan parte de algo, de alguien.
Ojalá tarden mucho en llegar las nubes a nuestro cielo.

martes, 13 de julio de 2010

de luces y sombras

Donde hay sombras, por cojones tiene que haber luz.
Y tras sentir la penumbra, cuando esa luz se deja ver y sale a escena, es simplemente maravilloso, resulta alentador.
Es como saber que aunque pases con alguien momentos oscuros
también vendrán los brillantes, los bonitos, las risas,
la sensación de cercanía o las miradas limpias.
Es el alivio de sentir que tras la tormenta tiene que llegar la calma,
que efectivamente, como el Cuervo nos decía,
no llueve eternamente.


"Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones, justamente éstas que regresan el brillo a los ojos
y restauran los corazones."

domingo, 11 de julio de 2010

pota

A su lado suelo sentirme ridículamente insignificante,
y pierdo la noción del significado de la palabra amor,
pierdo los papeles emocionales en general, es pura inestabilidad.
Cuando alguien te pierde el respeto tú acabas por perder la confianza, y sin respeto y sin confianza... mal vamos, corazón.
Siempre creí que una pareja era cosa de dos.


"Es solo lo que es, nada más"

jueves, 8 de julio de 2010

fail

A veces, cuando algo no va bien intentamos buscar dónde está el fallo, nos obsesionamos buscando la supuesta avería, necesitamos parchear la situación, pero por más que machacas el tema no encuentras nada en concreto, y todo se convierte en un bucle infinito de sinapsis neuronales en balde, porque en realidad puede que la situación no tenga un error, sino que sea un error.
Hay cosas que son un error en sí mismas, en su totalidad, cosas que quizá, no deberían ser, y es tan simple que no se plantea.
Hoy, hablando por teléfono, alguien me dijo: Marina, lo que no sirve, estorba. Una frase corta, seis palabras que bastaron para hacerme llorar como una magdalena.
No sé qué pasa, solo que estoy sola y perdida, que hace tiempo que mis gritos no salen de mi garganta afónica y ya enmudecida, mi vida hace aguas, que ya me van llegando hasta el cuello, y no encuentro dónde agarrarme.
Hay quien dice, que cuando todo acaba, es como un tranquilo viaje en balsa, y yo estoy tan cansada que a veces pienso que ya está bien, es suficiente, que quiero sentirme tranquila de una vez, mecida, en paz, que quiero ya mi viaje.


"Mi corazón, como una lata de cerveza,
que te la bebes y al final le das patadas sin pensar
que me desquicias la cabeza"

miércoles, 7 de julio de 2010

una babosa con concha

Yo debo ser un caracol. Y no lo digo por la estela babosa y difícil de limpiar que dejo a mi paso, que también, o porque tienda a contraerme en cuanto un pulgar gigante intente tocarme los cuernecillos, que sin duda me escondería en tal caso, ni por mi concha en espiral, tan semejante a mi propio espíritu elíptico que cae sin remedio, eternamente, hacia el fondo del infinito...
Podría ser un caracol por todas esas similitudes, sí, pero yo pensaba en este caso, más que en la mística morfológica del molusco, en la semejanza de carácter.
Y es que a veces, me sucede que, sin motivo aparente, la luz cambia de intensidad y el aire huele distinto. Entonces, empiezo a encontrarme incómoda en el mundo y siento al instante que las emociones no son como debieran. Y se troca la amistad en conveniencia y la confianza en desvergüenza, y me sobra la familia, los amigos me asfixian, mi pareja me desquicia y los simples conocidos me molestan si respiran.
Empiezo a encoger lentamente, embutiéndome en mi concha nacarada, disimulando frente a aquellos que creen conocerme y han percibido de reojo como huyo, y prescindo de todo lo prescindible, y a veces, hasta de lo necesario para mi felicidad, como ir a mi herboristería favorita o tomar café contigo.
Es un momento difícil este, pues transmuto en caracol siendo consciente de ello, y a pesar del temor a acabar loca, continúo el proceso de recogimiento oval, ansiando alejarme absolutamente de todo cuanto me rodea.
Y una parte de mí mantiene las apariencias, se mueve y actúa habitualmente, un poco distante quizá, en la parra si acaso, mientras la otra yo, la de verdad, anda ya enroscada y sorda dentro de su propio ombligo. Y descanso allí dentro, taponando la entrada al mundo entero, y me siento masa amorfa y recogida por un tiempo indefinido, esperando el sol radiante tras la lluvia, sin que tú, que me miras creyendo entenderme, que me has definido gata, loba o mariposa, imagines que esta vez soy sólo un caracol, una babosa con concha.

martes, 6 de julio de 2010

fuera de control

Persigue tus sueños y tus ilusiones.
Vale, hasta ahí nada nuevo bajo el sol.
Pero, ¿y cuándo no tienes nada de eso?
Los tenías, a puñaos, pero un día descubres que se fueron,
no sabes qué pasó, pero ya no están, y te quedas tan callada...
Tienes una vida que es una mentira, una especie de pareja fantasma a la deriva, mira niña, que estás sola vaya,
tienes 23 años y pareces tan vieja que no lo soportas,
es reírse por no llorar, las ganas de ir sola de bar en bar y quedarte dormida en una barra agarrada a un vaso que no es la solución a tus problemas, pero que ayuda a mirar hacia otro lado.

sábado, 3 de julio de 2010

sinapsis

Hay incompatibilidades que me desbordan,
formas que me hieren y me descolocan,
volviéndome tan pequeña que creo que ni se me escuchará.
Algo así como cuando en Pretty Woman él le dice a ella que nunca la ha hecho sentir como una puta, a lo que ella contesta al aire, cuando él ya se ha largado, que acaba de hacerlo.
Y como Vivian, quiero más, quiero mucho más...
quiero el cuento de hadas. Y eso, está claro, nunca va a existir.
Aquí no suena Prince, no hay rosas ni bañeras-piscina.
Indirecta comprendida.


—¿Qué te pasa?
—Nada.
—Siete nadas... en todo el camino. ¿No sabes otra palabra?
—¡Capullo! Ahí tienes otra.
—Prefería nada...