martes, 27 de septiembre de 2011

de recuerdos

Echo rabiosamente de menos AMUS, la gente y nuestras bromas endémicas, nuestras juergas a lo perrengue comeflores guitarroperrunos, nuestros aquelarres y rituales varios, andar siempre intentando asustar a los demás y la paranoia colectiva de que te puedan asustar en cualquier momento, el todo es de todos, los desayunos, comidas, cenas, siestinas y sueños comunitarios, la hora del café y las galletinas, la sinceridad y confianza total, la adrenalina, el incansable curro que te revienta, te prueba, te renueva y te hace más fuerte, las lagrimas, tanto las de tristeza y dolor como las de risa y felicidad, la naturaleza allí donde mires y estés donde estés, su olor, su sonido, sus vistas, oler a ratoncinos de terciopelo y ojinos de pimienta brillante, animales increíbles que te miran cada día a los ojos mientras intentas ayudarlos, las liberaciones...
Cada vez que voy mi asco/odio por la humanidad aumenta, cosa que creo que tampoco está mal. Por ahora me consuela pensar que cada día se estrecha más el lazo, que vuelvo antes de navidades, y en navidades... y sobre todo me llena de felicidad y orgullo saber que somos una familia, una familia preciosa y abierta a crecer constantemente, saber que esto es para toda la vida, lo más auténtico que he vivido y que creo que viviré jamás.

"Mucha gente se hace una idea equivocada sobre la verdadera felicidad. No se consigue satisfaciendo los propios deseos, sino siendo fieles a un cometido que merezca la pena."

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