Cómo cambian las cosas y las personas en tan poco tiempo.
No me cabreo, ya simplemente las decepciones se amontonan cómodamente unas encima de otras, me van apagando las ganas,
y siento que el gas puede acabarse en cualquier momento.
"Si me engañas una vez, tuya es la culpa;
si me engañas dos, es mía."
Muy cierta esa última frase. Siempre la tengo en mente.
ResponderEliminarI guess we need to talk.
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