Esta noche nos pasó una de esas cosas que suelen dejarnos locos. Movidas que no nos explicamos, incluso que asustan, pero que están ahí y nos dejan cara de gilipollas. Los dos hemos actuado por impulso total, cada uno pensando en el otro. De nada me sirve darle mil vueltas a la cabeza y hacer planes infalibles -que caen por los suelos a la primera de cambio- si sé que pase lo que pase... mientras sepa que necesita mi ayuda yo no voy a poder más que estar ahí. Desde que nos conocimos supe que siempre quitaría la mantis de su parabrisas.
"... Tú eres como la otra parte de mí..."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario