viernes, 26 de noviembre de 2010

dolor

Y es que ahora preferiría estar con cualquiera de los cabrones
que me cosían a hostias que estar con quien estoy.
Porque incluso ellos me hacían menos daño.
Con ellos, cuando iba bien solo tenía que dejarme llevar,
y con ellos, hasta cuando dolía, dolía menos.


"Por acariciar junto a ti la gloria
cuántas noches con pena pagué,
por querer volar a tu lado un poquito más
cuántas noches sin poder soñar,
cuántas más han de llegar
antes de que me salve el olvido...
una vida en espera, un sol que no llega,
qué difícil marcharse..."

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