miércoles, 3 de noviembre de 2010

seis

Intentando mantener el absurdo ¿pulso? que parece que últimamente venimos llevando pensaba esperar a que él diera señales de vida esta vez, pero anoche estaba inquieta, tenía la sensación de que algo pasaba, de que algo le pasaba. Estuve a punto de llamarle varias veces, pero no quería bajarme del burro y no lo hice. Consecuentemente dormí fatal. Esta mañana al despertar y todo el día de hoy seguí con la misma sensación...
y como era de esperar he acabado por bajarme del burro
y llamarle, y sorpresa... está enfermo desde ayer.
Cuando me ha cogido el teléfono con "esa" voz me he sonreído,
no porque estuviera enfermo, pobre, sino porque lo sabía, desde antes de llamarle y escucharle, desde antes de que me lo contara.
No sé, pero a veces estas cosas simplemente me acojonan.

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