domingo, 25 de julio de 2010

de madrugadas

A veces siento tanto que no puedo expresarlo.
Todo gracias a él, que aunque no se lo diga es mis alitas,
si no lo tuviera conmigo posiblemente no remontaría el vuelo
tras las caídas, si no lo tuviera conmigo como ahora lo tengo
sé que mi vida perdería el color, yo sería mucho menos yo.
No sabía realmente hasta que punto podía llegar a hacerme sentir,
y en una noche y una mañana me lo ha hecho saber,
hablando, y sin hablar.

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