Hay cosas que son un error en sí mismas, en su totalidad, cosas que quizá, no deberían ser, y es tan simple que no se plantea.
Hoy, hablando por teléfono, alguien me dijo: Marina, lo que no sirve, estorba. Una frase corta, seis palabras que bastaron para hacerme llorar como una magdalena.
No sé qué pasa, solo que estoy sola y perdida, que hace tiempo que mis gritos no salen de mi garganta afónica y ya enmudecida, mi vida hace aguas, que ya me van llegando hasta el cuello, y no encuentro dónde agarrarme.
Hay quien dice, que cuando todo acaba, es como un tranquilo viaje en balsa, y yo estoy tan cansada que a veces pienso que ya está bien, es suficiente, que quiero sentirme tranquila de una vez, mecida, en paz, que quiero ya mi viaje.
"Mi corazón, como una lata de cerveza,
que te la bebes y al final le das patadas sin pensar
que me desquicias la cabeza"
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