viernes, 23 de julio de 2010

diabetes de amor

Me dan ganas de decirle que es lo mejor del día, que volver a casa charlando agarraditos de madrugada y la despedida en el portal es parte muy importante del alimento de mi alma, de mi felicidad.
Sé que tengo un montón de suerte, lo pienso cada vez que le miro,
y pienso muchas más cosas, porque me despierta los sentidos.
Es una sensación extraña, por fin tengo lo que siempre he querido, y ahora sé que lo nuestro es pura magia, tiene que serlo.
Y no necesito nada más, me encantan mis lentejas, y no quiero más menú que ese, el resto me sobra.


"Cuando acaba el día, lo que todos deseamos es tener a alguien cerca. Guardar las distancias y fingir que no te preocupan los demás no es más que una sarta de mentiras.
Elegimos a las personas que queremos que estén cerca,
y cuando las hemos elegido nos quedamos junto a ellas.
Aunque les hagamos daño.
La gente que se queda contigo cuando el día llega a su fin
es la que merece la pena conservar.
Aunque a veces cerca, es demasiado cerca.
Sin embargo, a veces, la invasión de tu espacio personal
es lo que necesitas."

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