Podría ser un caracol por todas esas similitudes, sí, pero yo pensaba en este caso, más que en la mística morfológica del molusco, en la semejanza de carácter.
Y es que a veces, me sucede que, sin motivo aparente, la luz cambia de intensidad y el aire huele distinto. Entonces, empiezo a encontrarme incómoda en el mundo y siento al instante que las emociones no son como debieran. Y se troca la amistad en conveniencia y la confianza en desvergüenza, y me sobra la familia, los amigos me asfixian, mi pareja me desquicia y los simples conocidos me molestan si respiran.
Empiezo a encoger lentamente, embutiéndome en mi concha nacarada, disimulando frente a aquellos que creen conocerme y han percibido de reojo como huyo, y prescindo de todo lo prescindible, y a veces, hasta de lo necesario para mi felicidad, como ir a mi herboristería favorita o tomar café contigo.
Y es que a veces, me sucede que, sin motivo aparente, la luz cambia de intensidad y el aire huele distinto. Entonces, empiezo a encontrarme incómoda en el mundo y siento al instante que las emociones no son como debieran. Y se troca la amistad en conveniencia y la confianza en desvergüenza, y me sobra la familia, los amigos me asfixian, mi pareja me desquicia y los simples conocidos me molestan si respiran.
Empiezo a encoger lentamente, embutiéndome en mi concha nacarada, disimulando frente a aquellos que creen conocerme y han percibido de reojo como huyo, y prescindo de todo lo prescindible, y a veces, hasta de lo necesario para mi felicidad, como ir a mi herboristería favorita o tomar café contigo.
Es un momento difícil este, pues transmuto en caracol siendo consciente de ello, y a pesar del temor a acabar loca, continúo el proceso de recogimiento oval, ansiando alejarme absolutamente de todo cuanto me rodea.
Y una parte de mí mantiene las apariencias, se mueve y actúa habitualmente, un poco distante quizá, en la parra si acaso, mientras la otra yo, la de verdad, anda ya enroscada y sorda dentro de su propio ombligo. Y descanso allí dentro, taponando la entrada al mundo entero, y me siento masa amorfa y recogida por un tiempo indefinido, esperando el sol radiante tras la lluvia, sin que tú, que me miras creyendo entenderme, que me has definido gata, loba o mariposa, imagines que esta vez soy sólo un caracol, una babosa con concha.
Y una parte de mí mantiene las apariencias, se mueve y actúa habitualmente, un poco distante quizá, en la parra si acaso, mientras la otra yo, la de verdad, anda ya enroscada y sorda dentro de su propio ombligo. Y descanso allí dentro, taponando la entrada al mundo entero, y me siento masa amorfa y recogida por un tiempo indefinido, esperando el sol radiante tras la lluvia, sin que tú, que me miras creyendo entenderme, que me has definido gata, loba o mariposa, imagines que esta vez soy sólo un caracol, una babosa con concha.
Entiendo muy bien lo que defines U_U
ResponderEliminarTia, yo te dejo comentarios en las entradas, pero creo que no se envian se borran o algo U__U
probando....
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