viernes, 13 de agosto de 2010

echar de menos

Días como hoy son los que necesito.
Me he reído tanto que creía que me moría.
Esas son las cosas que tanto me gustan, que nos unen, nos hacen especiales, las cosas cómicas que nos pasan cuando estamos juntos, que si las recopilamos son tantísimas... y adoro esa sensación de estar bien, de tener conversación fluida, espacio para risas y bromas, sin tensión, malestar ni silencios incómodos donde debería haber palabras que no nos atrevemos a decir, por mi parte por miedo a sus reacciones y sobre todo a herirle, porque me es más fácil que me duela a mí a que le duela a él, y por su parte no sé, sus motivos tendrá, pero calla igual.
Vuelve a marcharse, tengo diez días para mi, para pensar...
y sé que se me harán largos, larguísimos, pero igual sé que hasta puede que nos vengan bien, que los necesitemos.
Aunque no se lo diga le echaré de menos, como siempre.
Y quiero pensar que aunque él tampoco diga nada también
me echará al menos un poco en falta.
A veces está bien echarse de menos.

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