lunes, 9 de agosto de 2010

balance

La mayoría del tiempo siento que la única manera en la que soy capaz de expresarme es escribiendo. Para escribir primero tengo que ordenar las ideas, los pensamientos y las frases, luego las escribo, con claridad, sin atropellos, sin dudas, sin tartamudeos, sin rodeos, sin presión, sin la mirada de unos ojos que me cortan con su pasividad y su frialdad.
Vivo situaciones que me desbordan emocionalmente y en mitad del bloqueo pienso ante mi desesperación que ojalá pudiera escribir en ese momento todo lo que pasa por mi cabeza en vez de tener que hablarlo, pero parece ser que eso es ridículo, de niños de quince años se supone, y yo tengo veintitres.
Tampoco sé muy bien si hago las cosas por mí misma, porque quiera o me apetezca, o por los demás, por él. Esa constante sensación de sacrificio, de deberle siempre algo a los demás, o la de sentirme mal conmigo misma por negar algo, porque dije que no, y siento que debería haber dicho sí.
Y también siento, o no, siento no, sé que en realidad estamos solos, estoy sola, siempre, en los momentos decisivos, a la hora de la verdad, que es lo que en realidad cuenta.
Se me ha caído la venda de los ojos y ahora el mundo me parece tan diferente, tan vacío, tan cruel... que no me quedan ganas, ganas en general, de nada, es cada vez menos, menos de todo.
O más, depende de por donde se mire. Menos amor, confianza, seguridad, felicidad... Más vacío, dolor, resentimiento, ansiedad... Lo bueno muere, lo malo crece.
Las cosas me importan y en realidad no me importan, mis sentimientos se contradicen constantemente, paso de la tristeza esquinera y el llanto a la rabia, el casi odio y las ganas de mandar a tomar por culo a todo y a todos, en especial a él, de ahogarme con solo pensar en perderle a ser yo misma la que no lo quiere tener cerca ni en foto.
Porque ya lo decía David, hay dos canciones, la del te quiero y la del no te quiero, y yo ya no sé cuál de ellas es peor.
En todo caso da igual, no habrá para él más palabras escritas, ni mensajitos, ni mails ni papelitos, y tampoco es que haya muchas más habladas, voy a dejar de gastar energías en balde, no voy a dejarle entrar en mí, no me quedan ganas de compartirme con él, verá hasta donde yo quiero que vea, la flor nunca más volverá a abrirse del todo, la babosa volverá a embutirse en su concha nacarada, y esta vez de forma más indefinida que nunca.

1 comentario:

  1. Puees... eres algo muy bonito de conocer, y quien o lo aprecie se lo pierde!!

    Y lo de escribir no es ninguna niñateria, veces es al mejor forma, porque como dices, mientras te expresas nadie te mira, ni te corta, ni nada...

    Aunque este tan desaparecida y tan encerrada ultimamente, si necesitas algo, aqui estoy ^^

    Me encanta como te expresas!

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